TU NIÑO/A INTERIOR HERIDO/A





El tiempo es un invento del hombre. Alguna vez alguien vio que el sol aparecía y se ocultaba y así marcó que eso era "un día". Luego llegaron a un acuerdo de lo que era una semana, un mes, un año, y así sucesivamente fueron trazando una "línea". 
Sin embargo, existen otras culturas y otras teorías que dicen que el tiempo es el "siempre ahora". No existe el pasado, ni el futuro, más que en tu mente, con lo cual, podemos jugar con eso. 
Todos hemos tenido experiencias no tan gratas en nuestra infancia/adolescencia, y por más terapias que hicimos nos damos cuenta de que repetimos conductas, historias, maneras de enfrentar las cosas. Eso pasa porque ese/a niño/a interior todavía está asustado/a, triste, inseguro/a.
¿Esto tiene solución? SI !! (y esa es la buena noticia).

Te propongo un ejercicio...
Vas a tomar un tiempo a solas, vos vas a decidir cuánto. Vas a ir a tu cuarto o al patio, o al lugar en donde puedas estar en paz con vos, podes poner música suave, encender un sahumerio, poner un hornillo con alguna esencia. 
Es un momento importante, porque te vas a encontrar con vos, con esa parte de vos que está sola y necesita expresarse.
Vas a cerrar los ojos, a respirar profundo y relajarte. Podes hacerlo sentado/a, acostado/a (teniendo siempre despierta la conciencia para no dormirte). 
Ahora vas a pensar en ese niño/niña que vivió esa situación tan fea de desprecio, maltrato, burla, abuso, abandono, incomprensión, etc.
Lo/a vas a visualizar con sumo detalle y te vas a acercar a él/ella. 
Le vas a decir que no tenga miedo, que sos su mejor amigo/a. Que vos sos él/ella, ya adulto/a y que venís para dialogar un momento.
Le vas a pedir que te cuente por qué está así. Es importante que lo/a dejes hablar. Cuando haya terminado su relato, le vas a decir que ambos/as van a hacer un Pacto. Que, de ahora en más, cuando te necesite vas a acudir a prisa. Que van a tener una "palabra clave" para llamarse. 
Le vas a contar que ya sos grande, que tienes una familia, que estás bien, que si bien en la vida pasan cosas y existen los problemas, tuviste la fuerza y la valentía para enfrentarlos a todos, que ese suceso que pasó, no había forma de evitarlo, porque ninguna criatura puede defenderse sola. 
Que si hubo una madre, un padre o algún mayor cómplice, no supo tampoco qué hacer o hizo lo mejor que pudo. Vas a acercarte al niño/a y lo/a vas a abrazar mucho, lo/a vas a besar. 
Le vas a garantizar que guardarás todos sus secretos y que contigo puede sentirse seguro/a. Que nadie lo conoce mejor que vos y nadie lo va a defender mejor que vos.
Deja que llore, que se exprese, que grite (no sabemos qué cosas quiere sacar tu niño/a afuera). 
Recién cuando veas que está en paz, le vas a decir que estas siempre atento/a a su llamado. Que no importa la hora ni el día. Que simplemente diga la palabra "clave" y ahí vas a estar.
(Yo lo hice, y pude sanar muchas historias de mi vida). 
Hay que atreverse a viajar en el tiempo, dentro de nuestra mente. 
Tu niño/a te espera. 
Mucha gente pudo defraudarlo/a, sólo vos, podes obrar el milagro de que sane su corazón y, sanando el suyo estarás sanando el tuyo, porque es el mismo.

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