NI SAPO, NI PRÍNCIPE, "HOMBRE".




Desde chicas nos contaban cuentos en donde un Príncipe Azul (¿por qué habrá sido de ese color y no, verde, por ejemplo?), llegaba a la vida de una muchacha y se iban al castillo a vivir por siempre felices. 
Después vimos novelas en donde la chica pobre se enamoraba del rico y luego por un designio divino, ella era la hija de no sé qué millonario y entonces la familia adinerada la aceptaba y también vivían felices para siempre. 
Ni hablar, de todo el archivo Hollywoodense respecto del tema...

La cuestión es que por una u otra razón crecimos pensando en ese hombre "ideal", que llega a nuestra vida con un sonido de violines de fondo, con un aura lleno de corazoncillos, que se arrodilla a nuestros pies y pide nuestra mano. Así, una y otra vez, convencidas de ello, hemos besado sapos y cuanto bicho se acercaba, pensando que en algún momento, se iba a acabar el "hechizo maléfico".

Pues no chicas, el Príncipe Azul no existe. 
Existen hombres de carne y hueso, unos románticos, otros apáticos, unos celosos, otros comprensivos, unos trabajadores, otros vagos, unos intelectuales, otros con escasa materia gris, unos fieles, otros piratas de la noche, unos que eligen amar y otros que eligen no comprometerse con nada ni con nadie.
Pensar que nuestro amor y nuestra entrega los "va a cambiar", es tan utópico como pensar que algún día los ricos, se van a ocupar de los más pobres.

El problema no es tener claro el "tipo de hombre" que queremos, el problema está en querer que un triángulo entre dentro de un círculo. Entonces empezamos a ver imágenes ilusorias de un ser que solamente existe en nuestra imaginación.
Tenemos relaciones en donde no nos cuidan, no les interesa qué pensamos o qué sentimos, nos mantienen guardadas y lejos de su familia y sus amigos. Nos "dedican" el tiempo que les sobra, siempre y cuando tengan ganas. Pero nosotras, firmes y tozudas cual Amazonas, seguimos pensando que todo eso va a cambiar por la sola adoración que les profesamos.

El primer error que cometemos es, cuando al advertir esos detalles que nos "duelen por primera vez", seguimos adelante pensando que más adelante "va a ser distinto". Sin embargo está probado que el mentiroso seguirá siendo mentiroso, el infiel, el violento, el egoísta... todos seguirán por el mismo curso de agua, que llegaron.
Hasta acá, pareciera que NO HAY SALIDA !!! , pero el secreto está en la valoración que nosotras hagamos de nosotras mismas, en el amor que nos tengamos. 

Los príncipes no existen, pero SI existen tipos fieles, compañeros, alegres, inteligentes, generosos, comprometidos, honestos, leales, trabajadores.
Van a llegar a tu vida cuando hayas entendido que el AMOR SE MERECE y NO SE MENDIGA. Cuando a la primera alerta de peligro, seas capaz de decir NO QUIERO ÉSTO PARA MÍ.

Y ya sé, la soledad es mala consejera, pero al menos, si sabes aprovecharla puede ser una gran amiga y maestra.
NO aceptes migajas, no viniste al mundo para suplicar por un poco de amor, viniste para ocupar un lugar importante en la vida. 
No a ser un lugar en la agenda de alguien, sino a compartir la vida juntos. 
No a ser una anónima en su círculo sino a ser "esa mujer" que quiere presentarle a todo el mundo porque piensa que es un regalo.
Y NO creas en las palabras lindas que muchos ya aprendieron que queremos escuchar, fíjate en los hechos concretos, en lo cotidiano.

La decisión es tuya: estiras la mano para recibir un trocito de pan, o esperas confiada sabiendo que siempre hay un hombre en algún lugar que te espera en la fiesta de la vida, para danzar con vos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ROLES EQUIVOCADOS

CUANDO NOS ARRANCAN LAS ENTRAÑAS

CUANDO TODO SE DERRUMBA