EL RESENTIMIENTO

Tal como la palabra lo dice, tener resentimiento es "re-sentir algo", es renovar una vieja emoción y actualizarla. Esto tiene serias consecuencias para quien lo padece (porque realmente es un padecimiento).
La persona resentida piensa que algunas cosas le pasan "por culpa de fulano/a que le hizo tal cosa, o le tocó tal familia, o tal estrato social, etc.
Muchas veces pasa tiempo evocando dolorosamente y con profunda rabia circunstancias pasadas y hasta fantasea con lo que hubiera dicho o hecho arruinando el momento actual que le toca vivir.
Si no puede ver que està en esta situación, traslada esa rabia u odio a sus hijos que no entienden y que además se contradice con lo que tal vez les enseña: amar, perdonar, aceptar.

La persona resentida está "atada al pasado", no puede soltarlo y lo sigue viviendo día tras día como si fuera presente.
Quiere que quien le hizo daño sufra lo mismo, que pague en carne propia, quiere arrancarse ese apellido que tanta verguenza le trajo, quiere que la gente que le fue indiferente quede sola.
Planea mil y una venganzas y los demás siguen con su vida sin enterarse de lo que pasa en ese corazón.

El resentimiento también tiene que ver con "expectativas frustradas".
Es cuando se dió por hecho que el otro nos iba a amar, nos iba a aceptar se iba a quedar a nuestro lado o nos iba a defender ante quienes se nos burlaban o criticaban, por citar algunos ejemplos.
Es pensar: “como yo quiero tanto a esa persona y ella a mí, estoy seguro/a de que…”, o “como yo me he portado tan bien con tal persona, espero que el/ella haga tal cosa".
Allí comienza nuestra anticipación del futuro que puede que no sea como lo soñamos.
Hay quien dice: "yo perdono pero no olvido".
Ambas cosas están bien, pero "no olvidar" significa no volver a caer en las mismas trampas o errores y no, re-sentirla/os.

En definitiva, el mundo sigue girando, las personas siguen viviendo, la vida se encargará o no de darles la lección que necesitan aprender pero no podemos abrazarnos a una piedra que sólo nos lleva a lo más profundo de ese mar de sensaciones negativas.

Viví el minuto de hoy, todo lo que tienes es el "ahora" y sigue andando tus pasos, libre, porque lo único que puede esclavizarte, sos vos mismo/a.