EL ABUSO (de eso no se habla)
En el mundo hay más mujeres abusadas de las que se piensa y
cuando digo abusadas, no necesariamente hablo de violación. Muchas veces los padres y las madres desconocen (o no tienen en
cuenta) que las criaturas tienen sensaciones y
percepciones en su cuerpo que no pueden comprender y que les generan mucha confusión porque, por un lado sienten placer y por el otro, hay algo que les dice que eso no está bien. Una niña, se entera de las costumbres y
reglas morales generalmente a los cinco años cuando comienza la escuela y su
madre la advierte que: no muestre la bombacha, que cierre la puerta cuando va al baño en el recreo, ó, que no permita que un compañero o un profesor le toquen sus partes íntimas.
Sin
embargo, esa moral ya estaba en la madre antes de la concepción y vienen
grabadas en el ADN, por eso y a pesar de que la criatura de menos de cinco
años no tiene pensamiento lógico, una caricia
prolongada al momento de la higiene o en un juego (hecha desde el amor, obviamente) le produce cierta sensación de placer pero mezclada de confusión (y displacer, al mismo tiempo).
Después están las mujeres que realmente sufrieron un abuso
intencional, por parte de padres, tíos, hermanos, conocidos o desconocidos y luego,
aquellas que fueron víctimas de la violación real y contundente.
Una u otra experiencia, quedan grabadas no sólo en la
memoria sino en cada célula y en el cuerpo emocional.
Puede pasar, con suerte, que todas estas mujeres a lo largo
de su vida, hayan podido hacer terapia con un profesional y hayan podido
comprender, asumir y aceptar los hechos. Sin embargo, este trabajo de
sanación lleva un tiempo que no siempre
va al mismo ritmo que la propia resolución del conflicto en lo emocional.
Hay mujeres que llegan a aceptar que son merecedoras de
amor, de caricias y de besos, e incluso forman pareja, se casan y tienen hijos,
pero si el conflicto no fue resuelto, cualquier hecho externo e inesperado puede
desencadenar la asociación inconsciente con aquel del pasado y volver a sentirse de la misma manera.
El principal problema es que mientras interiormente (o
expresamente) decía “NO”, “BASTA”, "ASÍ NO", hubo
alguien que no respetó esa
decisión/súplica. En el presente y por más que racionalmente sepan que lo que está ocurriendo no es una violación o abuso, ellas necesitan que se les respete ese
NO. El detonante puede ser cualquiera (que ese día están tristes, estresadas,
que les duele algo, que están cansadas, que tienen dudas, que tienen miedo, que
hay un familiar enfermo o están enojadas, etc., etc., etc.).
Es muy complejo poder reconciliar lo que se piensa con lo
que se siente y en la mayoría de los casos, estas mujeres aprendieron a fingir
porque decir NO, para su pareja era sinónimo de rechazo.
En el mejor de los casos, su pareja las
ama, las desea, las quiere y toda caricia o beso provienen desde ese lugar, pero si
interiormente y por la razón que sea, ellas sienten que no pueden conectarse
con la pasión y si, con la ternura o la dulzura, en lugar de fingir aprendieron a manifestarlo verbalmente.
No decirlo, no sacarlo afuera, es como volver a sentirse
abusadas o violadas, es remitirse al momento en que toda su existencia
gritaba NO y el abusador o abusadora (consciente
o inconsciente) siguió adelante.
Revivir esa situación, negando o escondiendo el conflicto, lleva a que el cuerpo lo manifieste de otra manera y entonces hay
mujeres con cáncer de útero, problemas de ovarios, irritaciones genitales, o
frigidez.
Uno de los factores que determinan la frigidez es la
asociación que, a nivel inconsciente, se hace del placer con aquello malo,
prohibido o asqueroso que les sucedió y entonces el hecho de que su cuerpo no
“sienta” les genera la seguridad de que lo que están haciendo, es moralmente correcto.
Un abuso incluso pudo haber sido hecho con ternura y
dulzura aparentes (cuando se trata de un familiar o amigo) pero entonces en el futuro y dentro de un marco de amor, esas mujeres lo que evitan son las caricias eróticas en sus relaciones.
Es un tema complejo y de mucho trabajo por parte de las
víctimas, y requerirá mucho amor, compasión y comprensión por parte de sus parejas. Será
necesario el diálogo profundo e incansable para que esos hombres comprendan que
no se trata de un rechazo hacia ellos sino hacia una situación que se está re-sintiendo
y no se puede manejar.
Estos conflictos llevan a que muchas de esas mujeres, estén
condenadas a la soledad, porque no son muchos los hombres que pueden comprender
y amar en esos momentos (en los que su propio deseo se ve frustrado).
Muchas de esas mujeres, además de llevar en sus células y en su memoria emocional, aquella primigenia marca dolorosa, luego van sumando la frustración de cada abandono y de cada momento de incomprensión.
Muchas de esas mujeres, además de llevar en sus células y en su memoria emocional, aquella primigenia marca dolorosa, luego van sumando la frustración de cada abandono y de cada momento de incomprensión.
No fueron amadas y respetadas en el pasado, no son
comprendidas en el presente y entonces se preguntan ¿quién garantiza que en
el futuro va a ser distinto?
Se auto-boicotean la felicidad en pareja porque saben o
suponen que va a durar sólo un tiempo, entonces ¿por qué confiar o ilusionarse? ¿por qué no adelantar el final pre anunciado?
Esas mujeres, van por la vida esperando,
pidiendo, suplicando, un AMOR INCONDICIONAL.
“Bendito el hombre que pueda comprender estas cosas, porque de él será ese reino, que los demás, no supieron conquistar"
Este video, resume maravillosamente, el sentir de esta nota...
UNA PALABRA NO DICE NADA Y SIN EMBARGO LO DICE TODO.
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