EMOCIONES Y FELICIDAD

¿Con cuál de estas fotos te sientes indentificada/o?
¿Con una, con dos, con todas?

Pensemos en un día común y cualquiera. Nos levantamos contentos, salimos para el trabajo y nos enojamos por el tránsito que no nos deja llegar a horario. Estamos ansiosos y fumamos porque no sabemos el resultado de un examen. Por la tarde sentimos una profunda soledad porque se terminó una pareja y estamos tristes. Al atardecer nos avisan que falleció un conocido que ni siquiera estaba enfermo. Al rato nos enteramos que ha nacido el bebé de nuestra mejor amiga que tanto esperó durante años. Por la noche, depués de una cena, nos reconciliamos con nuestro amor que volvió porque se dio cuenta de que quiere compartir su vida con nosotros.

¿Cuántas emociones pasaron por nuestro corazón?

Ahora bien, si en distintos momentos de este día común nos hubieran preguntado ¿eres feliz?, seguramente la respuesta hubiera sido afirmativa en algunos casos y negativa en otros.
¿Se puede ser feliz e infeliz al mismo tiempo?, ¿Se puede ser feliz por la mañana, infeliz por la tarde y volver a ser feliz por la noche? 
Yo creo que no, que la felicidad no puede definirse según un estado emocional, porque las emociones van y vienen.
Me enseñaron en un Taller de Sanación Emocional, que una emoción dura doce minutos y pasa, pero que si con nuestra mente le seguimos agregando imágenes y establecemos un diálogo interno, se puede extender hasta por años.
Hay personas que se pasan la vida tristes, con miedos, con culpas, con enojo... ¿Cuántas habrá que viven alegres?
La felicidad no puede estar atada a las emociones justamente porque éstas son variables e inestables en el tiempo.
La felicidad es la decisión de tener la actitud correcta frente a lo que nos pasa. Es saber que en la vida todo es impermanente, todo es incierto y que lo único que no cambia, son los cambios.
Saber que tendremos momentos tristes, de duelo, de nacimientos y renacimientos, de pérdidas y de reencuentros, nos pone en la posición de empezar a trascender los distintos estados.
La felicidad es asumir que "todo pasa", lo bueno y lo malo, pero que la actitud de saberlo es la que marca la diferencia.
Felicidad es poder ver que a pesar de los hechos que se suceden, siempre tenemos la libertad para dar gracias o resistirse, bendecir o maldecir.
En definitiva, creo que la felicidad es poder descubrir que la vida es un juego que tiene ciertas reglas, que otra las ponemos nosotros y que lo jugamos diariamente por jugar, por el sólo hecho de jugarlo.
Si una madre que pierde a un hijo puede volver a sonreír, si quien ha nacido sin piernas o sin brazos puede celebrar la vida y si quien teniéndolo todo se suicida, entonces no queda más que pensar que ser feliz es una decisión.
Buena vida!