CUANDO TODO SE DERRUMBA


El 6 de agosto pasado, todo el mundo vio imágenes de un edificio que explotó por una fuga de gas dejando un saldo de 21 víctimas que perdieron la vida y otro tanto de familias que perdieron todo. La ciudad ya no va a ser la misma.

Ese día yo hubiera ido a retirar dinero del cajero automático en esa esquina pero me demoré. Mi hijo dos horas antes de la explosión estuvo en esa vereda esperando el colectivo y mi novio tal vez hubiera cruzado justo la calle para ir al supermercado pero se tardó porque primero quiso preparar el desayuno.
Por suerte, por azar, o porque cada uno tiene su momento, ese día pudimos ser una víctima más y no lo fuimos.
Quienes sí, perdieron un hijo, una novia, un hermano o a sus padres, hoy están conviviendo con ese dolor profundo que sólo se soporta con fe (quienes la tienen) o por la fuerza que les dá pedir justicia por sus seres queridos.

En medio de todo ésto ¿cómo se vuelve a la felicidad? ¿cómo se puede volver a respirar por la mañana cuando si fuera posible uno se iría con los que partieron?
Sin embargo, hay ejemplos.
Una mujer como Cris Morena que siempre estuvo marcada por el éxito y un día recibió la terrible noticia de la muerte de su hija Romina.
Maru Botana que estando en vacaciones tuvo una llamada trágica que le anunciaba la pérdida de su último bebé.
Ambas, y como muchas otras madres, hoy están de pie.
Hoy pudieron volver a sonreír y le están apostando a la vida, con lo que pueden, como les sale...

¿De dónde se saca la fuerza y la voluntad para seguir? ¿Cómo se puede volver a reír?
Ellas lo están haciendo, todas estas familias rosarinas lo están haciendo.
Aún cuando el dolor les desgarra el alma y las entrañas, están viviendo y dando lo mejor que tienen de sí.
Será que la vida misma es como un fuego que por más que quede hecha cenizas puede volver a encenderse con un poquito de aire.
Será que el ser humano tiene esa capacidad de supervivencia que lo lleva a superarse a él mismo más allá del desgarro.

Por alguna razón, algunos seguimos acá y otros partieron pero será en vano si no aprendemos algo de todo ésto.
Será en vano si no dejamos de ser egoístas y desentendidos de la vida ajena.
Será en vano si no nos replanteamos que la vida es una y hay que disfrutarla.
Que hay que saber decir a tiempo "te quiero", "te extraño", "sos importante para mí" y que hay que aprender a exigir que las entidades y los gobiernos nos garanticen seguridad y protección.

Una vez más y a pesar del dolor más profundo que se pueda sentir, vuelvo a decir el título de este Blog: "ser feliz ES una DECISIÓN".

Nota al pie: ¡Salud! a todos los bomberos, rescatistas y gente anónima que puso en riesgo su vida para rescatar hasta el último desaparecido y salvar a quienes quedaron entre escombros o en los pisos pidiendo auxilio.

Comentarios

  1. La historia es trágica y es bueno estar preparado para lo que nos pueda pasar, más allá de lo que nos diga la razón. Creo que la vida no es necesariamente "razonable", hay muchas cosas que no lo son. Nosotros nos queremos engañar pretendiendo que tenemos control sobre los acontecimientos, pero hechos como éstos nos demuestran que hay otros factores que contrarían lo que desearíamos que suceda. Como decía, tenemos que estar preparados para lo inesperado, porque el futuro lo es en algún momento. Como decía alguien, en lugar de decir "¿Porqué a mí?" tendríamos que aprender a pensar "¿Porqué a mí no?
    Besos y hermosa tu nota como siempre :)

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  2. Es cierto, no tenemos el control de casi nada. Con suerte, de algunas emociones. De todos modos agradezco que esa mañana, hayas querido primero tomar unos mates. Dejando las formalidades de lado: TE AMO.

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