SOS EL SENTIDO DE MI VIDA...



Durante muchos años le dije a mi hijo con palabras, gestos y actitudes que él era lo más importante para mí, que era EL SENTIDO DE MI VIDA. 
Pareciera que una madre que no dice eso es una desalmada, una insensible, alguien que no tiene entrañas. 
Sin embargo esto que parece toda una declaración del más puro y sublime amor es hoy, a mi juicio, todo un acto de egoísmo. 
No nos damos cuenta de que "entre líneas" les estamos diciendo a nuestros niños que sin ellos no podríamos vivir y ese peso inconsciente que cargan sobre la espalda no permitirá que se sientan del todo libres a la hora de emprender sus vuelos.

Ponete un momento en la piel de tu hijo/hija. ¿Cómo se puede sobrellevar la responsabilidad de que ante tu ausencia tu madre/padre no sepa cómo seguir viviendo? 
Llega la adolescencia, comienzan las fiestas, los bailes y si bien la estas pasando genial, el fantasma de esa persona insomne en su cama mirando el reloj, te tortura.
Conoces a alguien, empiezas a frecuentar su casa, tienes ganas de salir un domingo, de quedarte a dormir un sábado y en tu inconsciente sabes que esa madre/ese padre está en casa sin saber cómo ocupar las horas del día porque no encontró un sentido para vivir. 
No tuvo la precausión de hacer amistades, de preguntarse qué cosas le gustaría hacer, nunca se dedicó a aprender algo, a leer, a relacionarse con nadie que no fueras vos.
Llega el momento en que querrás casarte o simplemente convivir con tu pareja y detrás de esa sonrisa y de esas lágrimas que parecen de emoción, hay un corazón que está gritando ¡no me dejes sola/solo!
Formaste una familia, viajan, salen, reciben amigos en casa y cuando se da la oportunidad de visitar a "la abuela/al abuelo", entre charla y charla viene la factura de "hace mucho que no venían"....
La lista de reclamos implícitos y explícitos sería interminable, lo cierto es que no se puede volar si, aunque con un hilo invisible, te atan una de tus patas.

Decirle a un hijo "sos el sentido de mi vida" es lo mismo que condenarlo a ser el responsable de tu muerte (aunque sea una muerte anímica, psicológica o afectiva). Es encallarlo a tu historia y no dejar que haga la suya sin culpas ni miedos.
Tal vez lo más acertado sea decirle desde chico que la vida es bella, que merece ser vivida, que el sentido de la vida es la vida misma y que lo más hermoso que le puede pasar es recorrer todos sus caminos disfrutando cada momento.

Puede sonar un tanto duro pero si nuestros hijos son el sentido de nuestra vida es que nuestra vida no tiene sentido. No seamos victimarios de la libertad.

Comentarios

  1. Anónimo soy yo!!!! Bueno... cuando leí el título me dije.... Epa...Disciento, porque si bien son muy importantísimos en mi vida.... no los estoy condicionando? Y.... para variar... prejuzgué.
    E X C E L E N T E tu nota . Me encantó!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. GRACIAS ANITA !!! QUÉ BUENO QUE COMPARTAMOS LA MISMA IDEA, POR EL BIEN DE ELLOS Y EL NUESTRO. BESOS MILES !

      Eliminar
  2. Hermosa nota Marina... de lujo. Nunca lo había pensado, pero lo leo y cae de maduro.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

SI QUIERES DEJAR TU COMENTARIO, PUEDES HACERLO AQUÍ.

Entradas populares de este blog

ROLES EQUIVOCADOS

CUANDO NOS ARRANCAN LAS ENTRAÑAS

CUANDO TODO SE DERRUMBA